La respuesta a esta pregunta es objeto de debate entre los estudiosos de la historia cristiana. Según el Evangelio de Juan, el discípulo que acompañó a María en la crucifixión de Jesús fue el "discípulo amado".
Algunos estudiosos creen que este discípulo era en realidad Juan, el apóstol de Jesús, debido a la cercanía que se describió entre él y Jesús en otros pasajes del Evangelio. Otros, sin embargo, sugieren que el discípulo amado podría haber sido uno de los discípulos menos conocidos.
Independientemente de la identidad del discípulo que acompañó a María, es significativo que ella estuvo presente en las últimas horas de la vida de su hijo. Su amor y devoción por Jesús son una inspiración para todos los cristianos y nos recuerdan el papel central que las mujeres desempeñaron en la vida de Jesús y en el surgimiento del cristianismo.
La figura de María, madre de Jesús, es muy destacada en la religión cristiana. Además de su papel como madre del Mesías, se le reconoce su afán por seguir e impulsar la obra de su hijo. En su labor como discípulo y seguidor de Jesús, hubo un personaje muy cercano al corazón de la Madre: el discípulo amado.
Este personaje, que aparece varias veces en los evangelios como testigo de la vida y obra de Jesús, es conocido por varias denominaciones cristianas como Juan Evangelista, uno de los apóstoles de Jesús. Aunque no hay un consenso total entre los estudiosos, se considera que este texto hace referencia a Juan, de quien se cree que fue el autor del evangelio que lleva su nombre, y que también fue autor de las tres cartas de Juan y el libro de Apocalipsis.
El nombre del discípulo amado se menciona varias veces en el evangelio de Juan, incluyendo momentos clave como la Última Cena, la crucifixión y resurrección de Jesús, y en otras situaciones donde se le describe en compañía de María y otros discípulos. Juan también es destacado en la tradición cristiana como uno de los discípulos más cercanos y queridos por Jesús.
En conclusión, aunque no existe una referencia explícita que relacione a este discípulo con el acompañamiento a María, su figura se destaca en varios momentos importantes de su vida, y su cercanía con la Madre de Jesús lo hacen uno de los personajes más queridos y estudiosos en la religión cristiana.
Uno de los aspectos más interesantes e importantes de la historia de la crucifixión de Jesús es el papel que jugaron sus discípulos durante los últimos momentos de su vida.
De acuerdo con algunas versiones de la Biblia, Juan, el apóstol favorito de Jesús, fue el discípulo que acompañó a María, la madre de Jesús, en su doloroso camino hacia la cruz.
De hecho, en el Evangelio de Juan se menciona que Jesús encomendó a Juan la tarea de cuidar de su madre después de su muerte: "Mujer, he ahí tu hijo", dijo Jesús a María, y a continuación se volvió hacia Juan y añadió: "He ahí tu madre" (Juan 19:26–27).
Hay quienes consideran que esta asignación por parte del propio Jesús evidencia el estrecho vínculo que existía entre Juan y María, y que por esta razón no es de extrañar que hayan sido ellos dos los que se apoyaron mutuamente durante la muerte de Jesús.
Lo que está claro es que, independientemente de quién acompañó a María en esos momentos tan duros, la presencia de la madre de Jesús cerca de la cruz demuestra una vez más la profunda humanidad de la historia de la salvación.
Para responder a la pregunta "¿Qué discípulo estaba con María en la cruz?" debemos adentrarnos en los relatos bíblicos del Evangelio según San Juan. En el capítulo 19, versículo 25, se menciona que "junto a la cruz de Jesús estaba su madre, la hermana de su madre, María la esposa de Clopás y María Magdalena".
En este pasaje, se nombra a cuatro mujeres que estaban en la crucifixión de Jesús. Sin embargo, no se nombra a ningún discípulo. Es por eso que algunos teólogos y estudiosos de la Biblia coinciden en que uno de los hombres mencionados en la escena, Clopás, podría ser el discípulo desconocido que Juan menciona en su Evangelio.
En el capítulo 19, versículo 26, Juan menciona que "Jesús, viendo a su madre y cerca al discípulo a quien él amaba, dijo a su madre: 'Mujer, ahí tienes a tu hijo'". Muchos creen que el discípulo mencionado aquí es el mismo que se nombra en otros pasajes del Evangelio, como el famoso "discípulo amado" que se sienta junto a Jesús durante la Última Cena.
En conclusión, aunque no hay una respuesta definitiva sobre qué discípulo estaba con María en la cruz, muchos creen que se trata de Clopás, quien podría ser el mismo "discípulo amado" mencionado por Juan en su Evangelio.