Dios es el centro de la fe católica. Se le considera como el Creador supremo, el Dios de todas las cosas. La religión católica enseña que Dios es una sola unidad, aunque se manifieste en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Estas tres personas son coeternas e iguales entre sí en todos los aspectos. Dios es infinito, eterno, perfecto e inmutable, y está presente en todas partes. Se le considera como una fuerza de amor, bondad, misericordia y justicia.
Los católicos creen que Dios es el creador de todas las cosas. Él está por encima de todo y es el único que puede conocer el futuro. Dios es también todopoderoso, lo que significa que nada es imposible para Él. Creen que Dios nos ha dado el libre albedrío para que tomemos nuestras propias decisiones, y que nos recompensará por nuestros buenos actos. Los católicos creen también que Dios les ha dado la capacidad de comunicarse con Él a través de la oración.
Los católicos también creen que Dios les ha dado la Biblia para que la lean y busquen su dirección. Los católicos creen que la Biblia contiene la Palabra de Dios y que le ayudará a guiarles en su vida. Dios es también el juez y juzgará a las personas por sus acciones en la vida. La religión católica enseña que Dios es amoroso e imparcial, y que todos los seres humanos recibirán la justicia que merecen.