Don Álvaro del Portillo fue el primer sucesor de san Josemaría Escrivá de Balaguer como Prelado de Opus Dei. Nació en Madrid el 11 de marzo de 1914 y falleció el 23 de marzo de 1994. Estudió en la Universidad de Madrid, donde obtuvo el título de ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Después de terminar sus estudios, ingresó en el Opus Dei en 1935 y trabajó en la empresa familiar de sus padres hasta 1951. Después de la muerte de san Josemaría en 1975, fue elegido por el Sínodo de los Obispos como Prelado de la Prelatura.
Durante su mandato, don Álvaro del Portillo se dedicó a la expansión de los fines de la Prelatura en el mundo entero. Bajo su dirección, se fundaron numerosas obras en Europa, Asia, África y América. Estableció relaciones con líderes religiosos en todo el mundo, impulsando la unidad entre todos los cristianos. También promovió la difusión de la espiritualidad cristiana en la vida cotidiana.
Además de su labor pastoral, don Álvaro se dedicó a la investigación y a la publicación de trabajos sobre la vida y las enseñanzas de san Josemaría. Durante su mandato, se iniciaron numerosos proyectos de caridad para ayudar a los más necesitados. En su memoria, se erigió una iglesia en Madrid, llamada Iglesia de Don Álvaro del Portillo.
Don Álvaro fue canonizado el 27 de septiembre de 2014 por el Papa Francisco. Se le reconoce como un santo de la Iglesia Católica, que vivió una vida de total entrega a Dios y a sus hermanos, dejando una huella de bien en el mundo. Se le considera uno de los constructores de la unidad entre los cristianos.
Álvaro del Portillo fue un prelado católico español, el primer sucesor de santidad Josemaría Escrivá de Balaguer. Fue el prelado de la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei. Después de una vida dedicada al servicio de la Iglesia, murió el 23 de marzo de 1994 en Roma. Su cuerpo fue trasladado a la Basílica de Nuestra Señora de la Paz, en Roma, donde fue velado. Su cuerpo fue posteriormente trasladado a Madrid, donde fue enterrado el 28 de marzo de 1994 en el cementerio de San Isidro, en el panteón de los prelados de Opus Dei.
En el mismo cementerio, se encuentra enterrado el Fundador del Opus Dei, santidad Josemaría Escrivá de Balaguer, cuyo cuerpo fue trasladado desde Roma a Madrid en el año 2002. El cementerio de San Isidro de Madrid es el único lugar donde descansan los cuerpos de los dos sucesores de santidad Josemaría Escrivá de Balaguer, el primer sucesor, Álvaro del Portillo, y el segundo sucesor, Javier Echevarría.
En el cementerio de San Isidro, el panteón de los prelados del Opus Dei se encuentra cerca de la entrada principal. El lugar ha sido declarado lugar de culto por la Iglesia católica, y un gran número de fieles visita el lugar para rezar por los difuntos. En el panteón se encuentra la tumba de Álvaro del Portillo, en la que se puede leer su nombre y los años de su vida (1914-1994).
Álvaro del Portillo descansa en el cementerio de San Isidro desde 1994, y su tumba es visitada por numerosos fieles que recuerdan con cariño su vida de servicio a la Iglesia. La tumba de Álvaro del Portillo se encuentra en el panteón de los prelados del Opus Dei en el cementerio de San Isidro de Madrid, España.
Álvaro del Portillo fue beatificado el 28 de septiembre de 2014 por el Papa Francisco en Roma. Fue el segundo beato de la Opus Dei, una congregación católica de vida consagrada, y el primero en ser beatificado por el Papa Francisco.
Álvaro del Portillo nació en Madrid el 23 de marzo de 1914. Desde muy joven se interesó por el estudio de las ciencias, y en 1936 se licenció en Derecho Canónico. Se unió a la Opus Dei en 1939, siendo el segundo miembro de la prelatura.
Durante su vida como sacerdote, don Álvaro fue un gran defensor de la fe católica. Fue un hombre piadoso y trabajador, que dedicó su vida a servir a la Iglesia y a los demás. Estuvo al lado de San Josemaría Escrivá de Balaguer, el fundador de la Opus Dei, desde el inicio hasta el final.
Desde 1975 hasta su muerte en 1994, fue el Prelado de la Opus Dei. Durante esos 19 años, trabajó para extender la influencia de la prelatura en todo el mundo. Fue un gran líder espiritual, que inspiró a muchos a seguir los principios cristianos y a trabajar por la santificación de la vida cotidiana.
El 28 de septiembre de 2014, el Papa Francisco lo beatificó en la Plaza de San Pedro. Durante su homilía, el Pontífice dijo que don Álvaro fue un "hombre de profunda vida espiritual" y un "testigo de la fe". Estas palabras destacaron la vida de don Álvaro del Portillo, que fue beatificado en reconocimiento a sus muchas virtudes y servicios a la Iglesia.
Don Álvaro del Portillo, Prelado de la Prelatura del Opus Dei, falleció el 23 de marzo de 1994 en Madrid, España. El Prelado se encontraba en la ciudad para asistir a una reunión de la Unión de Superiores Mayores de la Compañía de Jesús.
Durante la reunión, Don Álvaro sufrió un ataque al corazón y fue trasladado al Hospital Clínico San Carlos. Allí los médicos intentaron reanimarlo, pero fue en vano. Don Álvaro del Portillo falleció a las 15:20 horas de ese mismo día.
El 23 de marzo de 1994 se convirtió así en un día de profunda tristeza para todos los miembros de la Prelatura del Opus Dei. El entonces Presidente del Gobierno Español, Don José María Aznar, también expresó sus condolencias.
Don Álvaro del Portillo fue inhumado el 24 de marzo de 1994 en el Panteón de la Prelatura del Opus Dei en Madrid. El entierro fue presidido por el Cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid.
Durante su mandato, Don Álvaro ayudó a expandir la Prelatura del Opus Dei a más de 80 países. Fue un prelado comprometido con su Iglesia y de profunda fe cristiana. Su legado sigue inspirando a millones de personas alrededor del mundo.