El nombre Abel es un nombre de origen hebreo que significa "soplo", "vapor" o "respiración". Este nombre fue popularizado gracias al personaje bíblico Abel, el cual fue el segundo hijo de Adán y Eva.
Abel es conocido en la historia bíblica por ser pastor de ovejas y por ofrecer un sacrificio a Dios que fue aceptado, mientras que su hermano Caín, quien fue agricultor, ofreció un sacrificio no aceptable. Este hecho provocó los celos de Caín, quien terminó asesinando a su hermano.
Debido a la historia bíblica, el nombre Abel ha sido vinculado con cualidades como la humildad, la nobleza y la bondad. Además, en algunos países como Francia, Abel es utilizado como sinónimo de "hijo amado".
A pesar de que es un nombre bastante usado en algunos países como Estados Unidos o Francia, en otros como España no se encuentra entre los más populares, aunque sigue siendo una opción interesante y con un importante significado.