La masonería es una fraternidad de carácter universal que promueve el desarrollo de valores éticos y morales en sus miembros. Ser miembro de la masonería implica formar parte de una organización que se rige por principios de igualdad, fraternidad y libertad.
La masonería es una organización que tiene una larga tradición histórica y cultural, que se remonta a la Europa del siglo XVIII. Desde entonces, la Orden ha expandido sus ideales y sus rituales en todo el mundo, convirtiéndose en una institución respetada en muchos países.
El compromiso que adquieren los miembros de la masonería es de por vida. Su objetivo es el de construir una sociedad más justa y más libre, basada en la tolerancia y el respeto hacia el prójimo. Para ello, la Orden promueve la igualdad entre hombres y mujeres, la defensa de los derechos humanos, la educación, la cultura y la solidaridad.
A lo largo de la historia, la masonería ha brindado la oportunidad de reunirse a personas de diferentes culturas, nacionalidades y creencias religiosas, que han trabajado juntas en la búsqueda de objetivos comunes. Ser miembro de la masonería implica el compromiso de participar activamente en las actividades de la organización, de respetar las reglas y ceremonias, y de trabajar para alcanzar los fines de la Orden.
En definitiva, ser miembro de la masonería es formar parte de una fraternidad que busca la realización personal a través del trabajo en común para beneficio de la humanidad. Es un compromiso que implica responsabilidad, dedicación y una gran dosis de honestidad y humildad.