Cuando uno se va a confesar, lo primero que hay que hacer es prepararse para el momento. Se debe pensar en todas las cosas por las que se desea arrepentirse de manera que se puedan expresar de la mejor forma posible. Esto significaría que se debe recordar el pecado que se ha cometido, el motivo por el cual se cometió y las consecuencias que ha tenido. Esta preparación es crucial para una confesión sincera.
Una vez preparado, se debe confesar al sacerdote. Durante la confesión, se debe ser honesto y decir todo lo que se siente. Se debe decir al sacerdote de manera clara y precisa cuales son los pecados que se cometieron, el numero de veces que los cometieron y cuales fueron las consecuencias. Se debe expresar también el sentimiento de arrepentimiento sincero por los errores cometidos.
Por último, es importante recordar que la confesión es una oportunidad para recibir perdón y una segunda oportunidad para empezar de nuevo. El sacerdote otorgará una penitencia que debe ser cumplida como señal de arrepentimiento. Al cumplir esta penitencia, el pecado será perdonado y la confesión será completa.