La Confirmación es un sacramento cristiano que se recibe durante la adolescencia. Esta ceremonia nos ayuda a profundizar nuestra relación con Dios y nos invita a vivir de acuerdo con los principios de la fe cristiana. Cuando nuestros padres nos bautizaron, recibimos la presencia del Espíritu Santo. Con la Confirmación, el Espíritu Santo nos llena de su gracia y nos ayuda a vivir nuestra fe cristiana con mayor intensidad. Recibimos el don del Espíritu Santo, que nos fortalece para vivir nuestra fe cristiana y nos ayuda a crecer en el amor de Dios. También recibimos el sello de la gracia de Dios, que nos ayuda a estar unidos a Cristo. Al recibir el sello de la gracia, estamos unidos a los demás cristianos en la comunión de la iglesia. Por último, recibimos los dones de los ministerios de la iglesia, que nos ayudan a servir a Dios y a los demás. Estos ministerios nos permiten compartir el mensaje de amor de Cristo con el mundo.