La Biblia menciona el diezmo y la ofrenda específicamente en muchas ocasiones. El diezmo se menciona por primera vez en Génesis 14:20, en el que Abramo entregó diezmos a Melquisedec. La Biblia también se refiere a los diezmos en varios libros del Antiguo Testamento, incluidos Levítico, Números, Deuteronomio y Malaquías. Estos libros contienen instrucciones sobre cómo los israelitas debían dar el diezmo y qué usos debían hacerse de ese dinero.
Los diezmos se consideraban como una ofrenda para Dios. Los israelitas debían dar el diezmo de sus primeros frutos y el diezmo de la cosecha entera. Esto significaba que todas las ganancias, incluidas las ganancias de la tierra, debían ser entregadas a Dios como una ofrenda. Además, las personas también eran alentadas a dar ofrendas de gratitud a Dios, como una forma de agradecerle por todas sus bendiciones.
La Biblia también enseña la importancia de la ofrenda espontánea. Esta ofrenda se hace como una señal de gratitud a Dios y se puede hacer en cualquier momento. La ofrenda espontánea no se limita a las ganancias, sino que también se puede hacer con bienes materiales, como alimentos o ropa. Este tipo de ofrenda se menciona en varios libros de la Biblia, como Deuteronomio y Mateo.
En resumen, la Biblia enseña acerca del diezmo y la ofrenda. Estas son ofrendas que los israelitas debían dar como una señal de gratitud a Dios. El diezmo se refería a la entrega de la decima parte de sus primeros frutos y su cosecha entera a Dios. Además, los israelitas también eran alentados a dar ofrendas espontáneas, como alimentos y ropa, para agradecer a Dios por todas sus bendiciones.
La Biblia nos enseña que el diezmo es una forma de honrar a Dios con los recursos que nos ha dado. La Biblia es clara en que debemos entregar el diezmo, o una parte de nuestros ingresos, al Señor. En Deuteronomio 14:22-23, Dios nos dice: "Cada año, apartarás el diezmo de todo el producto de tus sembrados, que se produzca en el campo. Y comerás delante del Señor tu Dios, en el lugar que él elija para establecer su nombre allí, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y los primogénitos de tus manadas y de tus rebaños. Así aprenderás a reverenciar al Señor tu Dios todos los días".
Además del diezmo, la Biblia también habla de las ofrendas. Las ofrendas son una forma de adorar a Dios con el dinero o los bienes que Él nos ha dado. Las ofrendas se usan para financiar el trabajo de la iglesia y ayudar a los pobres. En Malaquías 3:10-12, la Biblia dice: "Traed todos los diezmos al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme a prueba —dice el Señor de los ejércitos—, y veréis si no os abro las ventanas de los cielos y vacío sobre vosotros bendición sin medida. Porque os reprenderé con la escarcha y con el mildio, y caerán sobre vosotros todas las bendiciones".
La Biblia nos recuerda que debemos honrar a Dios con nuestros bienes. Al entregar el diezmo y hacer ofrendas, estamos reconociendo que todo lo que tenemos proviene de Dios. Estamos dando gracias por sus bendiciones y mostrando nuestra adoración por Él.
El diezmo es un concepto muy importante que se menciona en varios pasajes de la Biblia. El concepto de diezmar siempre ha existido entre las personas de la antigüedad y es una práctica religiosa que se remonta a la época de Abraham. El concepto de diezmar es una forma de darle a Dios una parte de los bienes materiales que uno posee en señal de gratitud por todo lo que le ha dado.
La Biblia dice en varios pasajes que el diezmo es obligatorio. Una de las principales referencias bíblicas sobre el diezmo se encuentra en Génesis 14:20, donde se dice: "Y bendijo Abram al Dios Altísimo, el cual le había entregado a sus enemigos en su mano. Y entregó al Dios Altísimo el diezmo de todo".
También se encuentra el concepto de diezmo en Malaquías 3:10, donde se dice: "Traed todos los diezmos al alfolí del templo, para que haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice el Señor de los ejércitos, si yo no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición sin medida".
Otro pasaje importante sobre el tema del diezmo es Lucas 11:42, donde se dice: "Mas ¡ay de vosotros, fariseos! porque diezmáis la menta, y el eneldo, y el comino, y habéis dejado lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia, y la fe. Estas cosas era necesario hacer, y no dejar las otras".
Estos pasajes bíblicos muestran claramente que el diezmo es un concepto importante en la fe cristiana y que según la Biblia, es obligatorio para los seguidores de Cristo. Esta es una práctica religiosa que ha sido utilizada durante siglos y que sigue siendo una forma importante de expresar gratitud a Dios por todas sus bendiciones.
La ofrenda es una parte importante de la espiritualidad cristiana, y el versículo que se elige para leer durante la ofrenda a menudo se elige cuidadosamente para reflejar el propósito y el significado de la ofrenda. Un versículo comúnmente usado es Gálatas 6:6, que dice: "El que cosecha recoge para sí mismo, y el que siembra con generosidad también se regocijará en generosidad". Esto se refiere a la generosidad y la gratitud que el creyente debe mostrar al ofrendar.
Otro versículo común para la ofrenda es 2 Corintios 9:7, que dice: "Cada uno dé como ha propuesto en su corazón: no con tristeza ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría". Este versículo destaca la importancia de ofrendar con un corazón alegre y de buena voluntad, en lugar de ofrendar con tristeza o por obligación.
Un tercer versículo comúnmente utilizado para la ofrenda es Malaquías 3:10, que dice: "Traed todos los diezmos al alfolí de la casa, para que haya alimento en mi casa, y pruebenme ahora en esto, dice el Señor de los Ejércitos, para ver si no abro las ventanas de los cielos y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde". Este versículo destaca la promesa de Dios de bendecir a los que ofrendan con generosidad y fidelidad.
Estos versículos bíblicos se refieren a la ofrenda, pero hay muchos otros versículos para elegir. Dependiendo de la intención de la ofrenda, hay muchas otras escrituras que se pueden leer para reflejar el propósito de la ofrenda.
Diezmar y ofrendar son dos actos de adoración y de amor a Dios que se realizan como forma de agradecerle y reconocerle como el único Señor y Dios. Muchos creyentes han percibido la bendición de entregar su diezmo y ofrendar a Dios. No es una obligación sino una muestra de amor y gratitud hacia Él y de nuestro deseo de vivir de acuerdo con Sus principios.
Cuando diezmas y ofrendas, le estás dando a Dios una porción de lo que Él te ha dado, y le estás diciendo que todo lo que tienes le pertenece a Él. Significa que eres consciente de que Él es quien te provee, y que todo lo que tienes viene de Él. Por lo tanto, al diezmar y ofrendar dejas de enfocarte en tus posesiones, y te enfocas en Él.
Diezmar y ofrendar son pruebas de nuestra confianza en Dios y de nuestra fe en sus promesas. En Deuteronomio, Dios prometió bendecir a los que diezman y ofrendan de todo lo que poseen. Esta promesa está vigente hoy en día para los que confían en Dios y obedecen Sus mandamientos.
Diezmar y ofrendar también es una forma de ayudar en la obra de Dios. Al dar diezmos y ofrendas, provees a las iglesias y a otros ministerios los recursos financieros necesarios para trabajar en la obra de Dios. Esto incluye el mantenimiento de las iglesias, el sostenimiento del clero y el financiamiento de misiones.
En definitiva, al diezmar y ofrendar, estamos demostrando nuestro amor por Dios, confiando en Él y ayudando a que Su obra se haga realidad. Esto nos acerca más a Dios, y nos trae una gran alegría.