Los arrianos son seguidores de una corriente teológica cuyo máximo exponente fue Ario de Alejandría, un sacerdote cristiano que vivió entre los siglos III y IV. Esta doctrina presenta una visión unitaria de Dios como un ser único, indivisible, que es el creador y soberano de todo lo creado. Esta doctrina también afirma que Jesús, aunque era un ser divino, no era igual a Dios, sino que era la manifestación de Dios en la tierra y su portador de su voluntad. Los arrianos creen que Dios es el único ser verdadero, y que todo lo demás es creado por Él.
Según la doctrina arriana, Jesús fue creado por Dios y no es igual a Él; además, no es un ser eterno, sino que fue creado por Dios para cumplir con su propósito. Esta doctrina se opone al dogma de la Trinidad, ya que niega la preexistencia de Jesús como una persona divina. Los arrianos creen que Jesús fue una manifestación de la voluntad de Dios y lo vieron como un profeta.
Los arrianos también creen que Jesús fue un ser humano perfecto, sin pecado, y que fue la encarnación de Dios. Por lo tanto, los arrianos creen que Dios se encarnó en Jesús para salvar al mundo de su pecado. Esto significa que Jesús es el mediador entre Dios y los seres humanos, y que es el único camino para alcanzar la salvación.
En conclusión, los arrianos creen que Dios es el único ser verdadero y que todo lo demás es creado por Él, que Jesús fue creado por Dios y no es igual a Él, y que Jesús fue un ser humano perfecto, sin pecado, y la encarnación de Dios. Por lo tanto, Jesús es el mediador entre Dios y los seres humanos, y el único camino hacia la salvación.
La doctrina de Arriano es una filosofía moral y política cuyo objetivo es proporcionar una guía para la vida cívica. Esta filosofía fue desarrollada por el filósofo griego Arriano, quien vivió entre el año 86 y el año 160 d.C. Su trabajo principal, Anabasis Alexandri, es considerado uno de los mejores testimonios históricos sobre Alejandro Magno. Además, Arriano es conocido por su crítica del Epicureísmo y su obra Discursos, que contiene una serie de enseñanzas sobre moralidad y política. La doctrina de Arriano se centra en la ética y la política, ofreciendo consejos sobre cómo uno debe vivir una buena vida. La ética de Arriano se centra en el autocontrol, la moderación y la virtud. Cada persona debe llevar una vida honesta, centrada en la honestidad y el respeto a los demás. Arriano creía que la vida virtuosa es la mejor manera de alcanzar la felicidad y la prosperidad. Por otro lado, su política se centraba en el gobierno de los estados. Según Arriano, el gobierno debe ser dirigido por el saber, el valor y la justicia, con el fin de garantizar que los intereses de todos los ciudadanos sean respetados. La doctrina de Arriano se ha convertido en una fuente importante de inspiración para muchas personas a lo largo de los siglos. Sus enseñanzas sobre la ética, el autocontrol y la virtud son todavía relevantes hoy en día. Esta filosofía continúa siendo una guía importante para muchas personas que buscan vivir una vida honesta y digna.
Arrio fue un filósofo cristiano que vivió entre los siglos II y III. Él es conocido por ser el primero en sistematizar la doctrina cristiana y por defender la doctrina de la Trinidad. La enseñanza de Arrio se conoce como arrianismo y fue muy influyente en el cristianismo durante la Edad Media. Su enseñanza fue condenada por el Concilio Ecuménico de Nicea en el año 325.
El arrianismo afirmaba que Jesucristo era una creación de Dios, por lo que no era Dios mismo. Esta creencia fue rechazada por el Concilio de Nicea, que afirmaba que Cristo era divino e igual a Dios. Esta doctrina se conoce como niceno-constantinopolitana.
Además de rechazar la divinidad de Jesucristo, Arrio también negó la existencia de la Trinidad. Él afirmaba que Dios era una sola entidad y que Jesús era una creación de Dios. Esta creencia fue condenada tanto por el Concilio de Nicea como por el Concilio de Constantinopla en el año 381, que afirmaban la existencia de la Trinidad.
Arrio también enseñaba que el Espíritu Santo no era igual a Dios, sino una fuerza divina. Esta creencia fue rechazada por el Concilio de Constantinopla, que afirmaba que el Espíritu Santo era igual a Dios. Esta doctrina se conoce como niceno-constantinopolitana.
Las enseñanzas de Arrio influyeron en muchos movimientos cristianos a lo largo de la historia, incluido el movimiento anglicano. Aunque el arrianismo fue condenado por los concilios ecuménicos, muchos seguidores de Arrio se mantuvieron fieles a su doctrina.
El arrianismo es una corriente de pensamiento cristiano surgida en el siglo IV. Esta doctrina fue desarrollada por el filósofo y teólogo cristiano Arriano, quien fue un seguidor del filósofo griego Aristóteles. Arriano creía que los seres humanos eran responsables de sus propias acciones y que cada individuo era responsable de sus propias acciones y de sus propias decisiones. Esta doctrina también enfatiza la libertad personal y la responsabilidad individual. Esta corriente de pensamiento también rechaza la doctrina de la predestinación, que es la creencia de que los seres humanos no tienen libre albedrío y que todas las acciones son el resultado de un plan divino. Además, el arrianismo niega la doctrina de la Trinidad y cree que Cristo fue solamente un hombre.
El arrianismo fue una doctrina muy controvertida en su tiempo y fue condenada por la iglesia ortodoxa. Esta doctrina fue considerada como una herejía y fue rechazada por la iglesia y sus filósofos. Sin embargo, el arrianismo fue adoptado por algunas iglesias orientales, como el Bizantino, el Copto y el Armenio. Actualmente, el arrianismo es aún una doctrina considerada hereje por la iglesia católica, aunque ha sido influyente en la teología protestante.
En general, el arrianismo es una doctrina cristiana que rechaza la doctrina de la predestinación y la Trinidad, y enfatiza el libre albedrío y la responsabilidad individual. Aunque fue condenada por la iglesia ortodoxa, fue adoptada por algunas iglesias orientales y ha influenciado la teología protestante. El arrianismo es una doctrina controvertida, pero su influencia ha sido notable en el cristianismo a lo largo de la historia.
Arrio fue un teólogo y obispo cristiano, nacido en Alejandría, Egipto, en el año 250 y fallecido en el 336. Durante su vida fue el defensor de una doctrina conocida como arrianismo, que dejaba de lado el concepto de la Trinidad. Esta teoría afirmaba que el Hijo de Dios, Jesús, no era parte de la misma naturaleza que el Padre, sino que era una criatura creada por él.
Esta herejía fue rechazada por la Iglesia Católica, que defendía el concepto de la Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, como un solo Dios. Además, el arrianismo proponía una relación entre Dios y Jesús más allá de la de Padre e Hijo, que fue considerada como una violación al principio de la divinidad de Jesús.
El arrianismo se extendió por todo el Imperio Romano, convirtiéndose en una herejía importante en el siglo IV. Esto provocó que los obispos de la Iglesia Católica se reunieran en concilios en los años 325 y 381 para discutir el tema y condenar el arrianismo. Finalmente, se aprobó el concepto de la Trinidad como oficial de la Iglesia Católica.
La herejía de Arrio no desapareció totalmente, sino que se fue desarrollando y evolucionando hasta el día de hoy. Existen varias ramas del arrianismo moderno, incluyendo el movimiento iglesia unitaria, que sigue la teoría de Arrio y rechaza el concepto de la Trinidad.