La misión de Santa Juana de Lestonnac fue una importante obra misionera de la iglesia católica en América. Su fundación se remonta al siglo XVII, cuando la religiosa francesa Santa Juana de Lestonnac decidió abrazar la vida religiosa y dedicar su vida a la evangelización.
La misión se estableció en el actual estado de California, en los Estados Unidos, durante la época en que la región era todavía parte del territorio de Nueva España. La llegada de los misioneros católicos fue un proceso gradual, que se extendió a lo largo de varias décadas.
A lo largo de su historia, la misión de Santa Juana de Lestonnac cumplió con una importante tarea: la evangelización de los pueblos nativos de la región. Los misioneros trabajaban incansablemente para difundir la fe católica y enseñar las costumbres europeas a los nativos.
Pese al alto costo que la evangelización tuvo para los pueblos indígenas, la labor de los misioneros también se extendió a la educación y el cuidado de los enfermos y pobres, gracias a lo cual dejaron un importante legado en la región.
Hoy en día, la misión de Santa Juana de Lestonnac es considerada un importante patrimonio histórico y cultural, que sirve para recordar la labor incansable de los misioneros católicos en la expansión de la fe y de su cultura en América. Es un lugar de peregrinación para los fieles católicos y de turismo para los amantes de la historia.