La esterilidad se considera cuando una pareja no logra lograr el embarazo, aún después de haber intentado por un tiempo determinado. En la mayoría de los casos, una pareja es considerada estéril después de que hayan pasado 12 meses de relaciones sexuales sin utilizar métodos anticonceptivos. Los especialistas suelen recomendar a las parejas buscar ayuda para el tratamiento de la esterilidad si han pasado 12 meses sin resultados.
La esterilidad se considera un problema médico cuando uno o ambos miembros de la pareja no logran tener hijos. Esto puede ser debido a problemas físicos, hormonales o incluso psicológicos. La infertilidad masculina o femenina puede ser el resultado de varias causas, como enfermedades crónicas, lesiones, cambios hormonales, estilo de vida poco saludable, malos hábitos como el tabaquismo, la obesidad y la diabetes.
Un diagnóstico temprano de la esterilidad es importante para determinar el mejor tratamiento para la pareja. Los médicos a menudo recomiendan que la pareja se someta a pruebas de fertilidad antes de comenzar el tratamiento. Estas pruebas pueden incluir pruebas de laboratorio, ultrasonido, exámenes pélvicos y análisis de semen. Los resultados de estas pruebas ayudarán a los médicos a determinar la causa de la esterilidad y el tratamiento adecuado.
Los tratamientos para la esterilidad varían según el diagnóstico, pero los más comunes son la fertilización in vitro (IVF) y la inyección intrauterina de espermatozoides (IUI). La fertilización in vitro es un tratamiento en el que los óvulos y los espermatozoides se unen fuera del cuerpo para formar un embrión. La inyección intrauterina de espermatozoides es un tratamiento en el que los espermatozoides se insertan directamente en el útero para permitir la concepción.