La religión siempre ha sido una parte importante de la sociedad humana, que ha moldeado y guiado a importantes culturas y sociedades a lo largo de la historia.
Sin embargo, en las últimas décadas hemos visto un aumento constante de la población sin afiliación religiosa, incluyendo los ateos, agnósticos y aquellos que simplemente no se identifican con ninguna religión.
De hecho, según los datos del Pew Research Center, en el año 2018 el porcentaje de personas sin religión en el mundo era del 16% de la población total.
Esto significa que aproximadamente 1 de cada 6 personas en el mundo no se identifica con ninguna religión en particular. Este número ha aumentado significativamente desde la década de 1960, cuando el porcentaje era del 4%, y se espera que siga aumentando en los próximos años.
Aunque los ateos representan una parte significativa de la población sin religión, no todos los que no se identifican con una religión específica son ateos. Muchos simplemente no se identifican con ninguna creencia en particular, mientras que otros pueden creer en algún tipo de entidad espiritual sin seguir ninguna religión organizada.
En cualquier caso, el aumento de la población sin afiliación religiosa es un reflejo del cambio cultural y social que ha estado ocurriendo en todo el mundo. Como sociedad global, nos estamos volviendo más seculares y nuestra comprensión del mundo y nuestra relación con las creencias religiosas está evolucionando.
A medida que continúa esta evolución, es importante seguir analizando y comprendiendo el papel que la religión juega en nuestra vida cotidiana y en nuestra sociedad en general. Esto nos permitirá tomar decisiones informadas sobre cómo queremos avanzar en el futuro como sociedad global.
Según varias investigaciones realizadas, el porcentaje de la población atea varía de un país a otro. En algunos países, la creencia en Dios es muy común, mientras que en otros países, las personas se identifican como ateas o agnósticas.
Según el informe de la Encuesta Mundial de Valores, el 13% de la población mundial se identifica como atea. Este porcentaje ha ido aumentando con el tiempo, especialmente en los países occidentales.
En Europa, el porcentaje de personas que se identifican como ateas es más alto que en cualquier otra parte del mundo. En Suecia, por ejemplo, el 39% de la población se identifica como atea, mientras que en Dinamarca el porcentaje es del 26%.
Por otro lado, en los países de América Latina, la mayoría de las personas son religiosas, y el porcentaje de ateos es menor. México, por ejemplo, tiene una población predominantemente católica, con solo el 3% de la población identificándose como atea.
En resumen, el porcentaje de la población atea varía considerablemente dependiendo del país en cuestión. Sin embargo, se ha observado un aumento en la cantidad de personas que se identifican como ateas o agnósticas en todo el mundo.
La religión es un tema muy presente en muchas sociedades, pero hay países que han decidido adoptar el ateísmo como su filosofía de vida. ¿Cuáles son esos países?
En primer lugar, China es uno de los países más grandes del mundo y también uno de los más ateos. Se estima que alrededor del 59% de la población no tiene creencias religiosas, principalmente porque el comunismo, que lideró Mao Zedong, abolió todas las religiones en el país.
Por otro lado, Chequia es uno de los países más secularizados de Europa, donde solo el 19% de la población dice creer en algún tipo de ser divino. Aumentando aún más sus credenciales seculares, en 2016 se declararon oficialmente ateos un 10% de su población total.
En tercer lugar, Corea del Norte es un país comunista en el que la religión es prohibida, no permitiendo ningún tipo de rituales religiosos y donde el Estado juche -igualitarismo en torno al líder supremo- es la creencia reinante. Se supone que el ateísmo es el modo de vida en el país.
Finalmente, Japón es un país en el que las religiones tradicionales como el shintoísmo o el budismo tienen gran presencia, sin embargo, también hay un creciente número de personas que se declaran como ateas o agnósticas, alcanzando casi el 67% de la población. Ésta cifra se traduce en una aumento de la tecnología, siendo su forma de culto.
En definitiva, aunque el ateísmo no es una filosofía mayoritaria en la mayoría de las naciones, estas excepciones muestran que la falta de creencias religiosas puede prosperar en diferentes culturas y países.
El cristianismo es la religión más extendida en todo el mundo. Según las estadísticas, alrededor del 31.2% de la población mundial se considera cristiana. Esto significa que en la actualidad, hay unos 2.4 billones de cristianos repartidos por todo el planeta.
El cristianismo tiene su origen en el siglo I en Palestina y se extendió rápidamente por todo el Imperio Romano. Con el paso de los años, el cristianismo se ha ido dividiendo en diferentes denominaciones como el catolicismo, el protestantismo y la ortodoxia, entre otras. Aun así, el cristianismo sigue siendo la religión más practicada en América, Europa y Oceanía.
En algunos países, el cristianismo es la religión oficial y cuenta con gran influencia en la cultura y la sociedad en general. Uno de los países con mayor número de cristianos es Estados Unidos, donde alrededor del 70% de la población se considera cristiana. En Latinoamérica, la mayoría de la población también profesa esta religión.
En resumen, los cristianos conforman una gran parte de la población mundial y su influencia se extiende en diferentes ámbitos de la sociedad. A pesar de las diferencias entre las distintas denominaciones, no se puede negar la importancia y relevancia del cristianismo en todo el mundo.