En todas las ceremonias religiosas, el ritual de finalización es crucial. Esto se aplica tanto a la Misa Católica como a cualquier otra ceremonia. Ya que, aunque cada ceremonia tiene sus propios elementos específicos, todas tienen algunos elementos en común. Al final de la Misa Católica, el sacerdote bendice a la asamblea con una oración breve. Esta oración es seguida por la bendición final que los fieles dan unos a otros. Esta bendición es acompañada por el signo de la cruz. La Misa Católica también se cierra con la recitación del padrenuestro y el ángelus. El padrenuestro es una oración que todo católico debe conocer, y el ángelus es una oración que se recita tres veces al día para recordar la venida de Cristo al mundo. Después de esto, el sacerdote invita a la asamblea a cantar el himno de salida. El himno de salida es una canción de alabanza a Dios. Esto marca el final de la Misa, para que la asamblea se disperse y vaya a servir al mundo.