Cuando te vas a confesar a la iglesia, el Padre te saluda y te invita a contarle tus pecados. El Padre te escuchará con compasión y comprensión, y te ofrecerá consejo y oración. El Padre te dirá algo como: "Dios te bendiga, hijo mío. ¿Qué quieres contarme hoy?".
El Padre es una figura importante para muchas personas, y ofrece una oportunidad para hablar honestamente sobre tu vida. El Padre te alienta a contar tus pecados y te anima a encontrar la forma de arrepentirte para poder recibir el perdón de Dios. El Padre te recuerda que Dios es misericordioso y te aconseja que busques su perdón y su ayuda para superar tus pecados.
Al final de la confesión, el Padre te dará una penitencia para que recuerdes la importancia de arrepentirte de tus pecados. Después de recibir la absolución, el Padre te dirá algo como: "Dios te bendiga y te dé su paz. Vuelve pronto y sigue buscando la misericordia de Dios".
El Padre es una fuente de amor y comprensión que te ayudará a encontrar el camino hacia la reconciliación con Dios. Una vez que hayas encontrado la paz y la libertad que proviene de confesarte, el Padre te bendecirá y te deseará un buen viaje de regreso a la casa de Dios.